El Arca de la Alianza y la batalla de Eben Ezer

Diseño hipotético del Arca de la Alianza
basado en las descripciones del Tanaj

Al principio del Libro de Samuel, unos años antes de la implantación de la monarquía de Israel, se narra una de las tantas batallas que tuvieron lugar entre los filisteos y los israelitas. Los filisteos, que habían llegado a la región a través del mar, buscaban expandir sus influencias tierra adentro, en tanto que los israelitas se encontraban en plena conquista de Canaán.
"Y salió Israel al encuentro de los filisteos en guerra, y acamparon en Eben Ezer. Y los filisteos acamparon en Afec" (I Samuel 4:1).
Afec es una localidad que se encuentra, geográficamente, en la frontera entre la Planicie de Sharón y las Colinas de Samaria. Desde tiempos antiguos, Afec ha funcionado como una de las principales estaciones en la ruta comercial -Vía Maris- que unía a Egipto con los grandes imperios de Siria y Mesopotamia.

En una de las colinas de Samaria, a unos 5 km al noroeste de Afec, los arqueólogos Israel Finkelstein y Moshe Kochavi, de la Universidad de Tel Aviv, excavaron los restos de un asentamiento israelita que data de la época de la conquista de Canaán. Si bien no hay ninguna inscripción que relacione el lugar con el campamento de batalla israelita, la hipótesis de que se trata del Eben Ezer bíblico es ampliamente aceptada por la mayoría de académicos.

Casa típica israelita de 4 habitaciones, en Eben Ezer
 
La primera batalla fue desastrosa. Los filisteos mataron, según el relato bíblico, a 4 mil hombres. Los israelitas, en aquella situación, hicieron lo que cualquier pueblo de la antigüedad hubiese hecho: traer la divinidad al campo de batalla. Así pues, tomaron el Arca de la Alianza del Tabernáculo de Shiló, donde se conservaban las Tablas de la Ley que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí, y regresaron al combate, creyendo que el poder del Arca les ayudaría a derrotar al enemigo. Sin embargo, cuenta el Tanaj que la mala suerte continuó para el pueblo de Israel. Unos 30 mil israelitas murieron en el segundo enfrentamiento y, para mayor desgracia nacional, el Arca de la Alianza fue secuestrada por los filisteos.

Los filisteos, que conocían los milagros que el Dios de los hebreos había hecho en la tierra de Egipto, trataron al Arca con mucho respeto, e incluso miedo. Hay que remarcar que los filisteos eran un pueblo politeísta, y el Arca simplemente representaba para ellos otro dios. Por eso no es extraño que al llegar a Ashdod, antigua ciudad filistea, colocaran el Arca en el templo dedicado al dios Dagón (I Samuel 5:2). Una ola de estragos, desastres y plagas azotaron las ciudades por las que pasaba el Arca, y los filisteos comprendieron que, si querían alejar de ellos la maldición, debían devolvérsela a los israelitas.

Ruta del Arca de la Alianza. Desde Shiló, pasando por su captura en Eben Ezer y las ciudades filisteas, hasta Kiriat Yearim
 
Tras su devolución, el Arca de la Alianza fue guardada durante 20 años en Kiriat Yearim (actual Abú Gosh), hasta que el Rey David decidió llevársela a Jerusalén después de proclamarla capital de Israel. Con la inauguración del Templo, el Rey Salomón, hijo de David, colocaría finalmente el Arca en el Sancta Sanctórum.
 
¿Dónde se encuentra actualmente el Arca de la Alianza? Existen decenas de teorías, pero ninguna prueba fehaciente. Su pista se perdió tras la conquista de Jerusalén por parte de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la destrucción del Primer Templo (586 a. C.). A lo largo de la historia, sobre todo en los siglos XIX y XX, la ubicación exacta del Arca de la Alianza, a la que se le atribuyen poderes divinos, ha acaparado la atención de varios arqueólogos y aventureros, entre ellos el inglés Montigue Parker. El misterio del Arca de la Alianza también ha sido llevado a la gran pantalla, consiguiendo enormes éxitos de taquilla.
 
Famoso arqueólogo del siglo XX buscando el Arca de la Alianza

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