Jesús con mostaza

La Biblia contiene mensajes universales que trascienden el tiempo y el lugar en que fue escrita. Sin embargo, cada uno de los libros que conforma el compendio está profundamente arraigado en su contexto histórico y geográfico. Una de las tareas principales de un buen guía de turismo en Tierra Santa, si trabaja con un público religioso, consiste en mostrar sobre el terreno el vínculo entre las escrituras y su geografía. No me refiero solamente a identificar los sitios donde según la tradición ocurrió tal o cual episodio bíblico. Hablo de la geografía en el sentido más amplio: cómo influye en cada relato el clima, la topografía, la fauna, la flora, etc. La Biblia está repleta de metáforas, comparaciones, parábolas y otras figuras literarias sobre flores, frutos, árboles y arbustos, que se entienden más cabalmente si uno observa la flora local. Mis ejemplos favoritos: Jesús acerca de la fe y la mostaza.

Mateo 17:15-20

Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Es interesante notar que Jesús escoge para su comparación una de las plantas silvestres más comunes del país. Cuando florece, de enero a marzo más o menos, se la puede ver por todas partes tiñendo de ese típico tono de amarillo los valles y colinas, los parques y los terrenos baldíos.



Lucas 13:18-19
Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
El mencionado reino de los cielos debe ser algo muy grandioso y descomunal, si se tiene en cuenta que normalmente la mostaza mide unos 30 a 60 centímetros.



Fotos tomadas de aquí y aquí.

Herodes al poder

Corría el año 40 a.c. Bajo el auspicio de Roma, Herodes era el gobernador de Galilea, su hermano Fasael gobernador de Jerusalén, su aliado Hircano II ostentaba el cargo de Sumo Sacerdote. Hasta que llegados desde el norte, invadieron los poderosos partos, un gran imperio surgido a orillas del río Eufrates, que en pleno auge expansivo osó hacer frente a los romanos. Los partos coronaron a Matatías Antígono, último rey de la dinastía judía de los Hasmoneos. Herodes huyó de Galilea a refugiarse en Jerusalén, allí fue sitiado junto a su hermano y su aliado por Matatías. Matatías les exigió que se entregaran. Fasael hizo caso y se entregó, pero una vez que estuvo en manos de Matatías fue torturado duramente hasta que acabó suicidándose. A Hircano, Matatías ordenó cortarle la oreja para que no pudiera volver a ejercer el sacerdocio (según la ley religiosa, los sacerdotes del Templo no podían tener defectos físicos). Herodes en cambio optó una vez más por la huida, esta vez al desierto de Judea, con 800 de sus fieles y familiares. Fue alcanzado por las tropas de Matatías y estalló la batalla, contra todo pronóstico Herodes salió victorioso. Años más tarde, construyó en el sitio de su gran victoria, sobre la cima de la colina, la fortaleza de Herodión. Eventualmente Herodión se convertiría en mucho más que otra plaza fuerte, antes de su muerte Herodes ordenó convertir la colina en un cono gigante a modo de enorme mausoleo en honor a sí mismo, allí fue sepultado. Vale la pena visitarlo:

Vista aérea de Herodión
La victoria en Herodión le dio tiempo para continuar en su huída. Dejó a su familia resguardada en la fortaleza de Masada y siguió viaje hasta Petra, donde esperaba recibir refuerzos de otro aliado suyo, Jartat, Rey de los Nabateos. El séquito de Herodes casi se muere de sed en Masada, donde los depósitos de agua resultaron insuficientes. Más tarde Herodes mandaría ampliar los depósitos para que pudieran abastecer a todo un regimiento durante años. Vale la pena ir a darles una ojeada, sobre todo para quien ya conoce Masada y desea explorarla desde otro ángulo.
Restos del baño romano en Masada. No le faltaba agua. 
El Rey de los Nabateos, temeroso de los partos, no prestó a Herodes la ayuda que éste esperaba, así que tuvo que ir a buscarla más lejos. Continuó hasta a Alejandría y desde allí se embarcó a Roma. Llegó justo a tiempo, encontró a Octavio y Marco Antonio preparándose para salir a la guerra contra los partos. Les sugirió que coronen a su cuñado Aristóbulo III, también miembro de la dinastía Hasmonea. Pero el dúo romano tuvo una mejor idea: al diablo con los Hasmoneos, a pesar de su origen gentil - nieto de edomeos convertidos a la fuerza - el próximo rey sería Herodes. Herodes llegó de vuelta a Judea en el año 39, pero esta vez reforzado por soldados romanos. Fue recuperando Judea lentamente, paso por paso, hasta que en el 37 a.c. finalmente se hizo con Jerusalén y se convirtió también de facto, ahora sí, en el rey de los judíos. Además de ampliar el Templo, construyó en Jerusalén varios edificios monumentales. Entre ellos su palacio con sus tres grandes torres, una de ellas en honor a su difunto hermano, el torturado Fasael. No se sabe a ciencia cierta, pero se especula que lo que hoy llamamos Torre de David, no es otra cosa que la Torre de Fasael con agregados de períodos posteriores:
Debajo de la mal llamada Torre de David, ¿los cimientos de Fasael?
Nota: todas las fotos las saqué de Wikimedia Commons.