La Sinagoga de Baram

¿Para qué van los judíos a la sinagoga? Primero que nada: a rezar.

Hoy en día las sinagogas tienen importantes funciones sociales, no solamente religiosas. Los judíos van a la sinagoga no solamente a rezar, sino a encontrarse con los parientes, amigos y otros miembros de la comunidad, por eso en hebreo se le llama "Beit Kneset", casa de encuentro. Para algunos el rol social de la sinagoga es más importante que los rezos. Pero aún así, se sobreentiende que la función primera y original de una sinagoga son los servicios litúrgicos. Muchos judíos se sorprenderían al saber que, históricamente, en las primeras sinagogas no se rezaba.

Mientras existió el Templo de Jerusalén, el culto religioso consistía en los sacrificios de animales y demás rituales que se llevaban a cabo únicamente en el templo. Hasta que el escriba Esdras estableció la lectura pública de la Torá. Esdras fue el primer gran reformista y revolucionario del judaísmo: sacó al judaísmo del dominio exclusivo de los sacerdotes y lo trasladó al pueblo. Tal vez haya sido en sus días o poco después, en el siglo V a.c., que surgieron las primeras sinagogas. Aunque las más antiguas que se han encontrado son del Siglo I d.c. Cuartos pequeños y modestos donde se estudiaban la Torá y sus preceptos. No fue hasta el Siglo II, décadas después destrucción de Jerusalén, que las sinagogas cobraron su importancia actual, reemplazando al desaparecido Templo como centro espiritual de la vida judía. Recién entonces los rabinos instauraron las plegarias como sustituto a los sacrificios. Naturalmente, las sinagogas crecieron en tamaño y esplendor.

De qué época es esta sinagoga:

Parque Nacional de Baram
 
Hasta hace 25 años todos los estudiosos coincidían que la Sinagoga de Baram, en la Alta Galilea, data del siglo II o III, guiándose por el estilo arquitectónico romano típico de entonces. Pero en las excavaciones arqueológicas a fines de los 80s se encontraron debajo del piso de la sinagoga, monedas del siglo V (período bizantino). Bah, qué minucias, dirá el lector, siglo más o siglo menos, a quién le importa. Pero los arqueólogos son gente rara, este tipo de misterios les quitan el sueño. Hoy parece una trivialidad, cualquiera puede construir un edificio que imite en su estilo la arquitectura de tiempos pasados, pero eso era inconcebible en la era clásica. Y lo que era aún más inaceptable en aquellos tiempos, era construir edificios importantes que no fueran perfectamente simétricos.
 
La explicación: en algún lugar de la Galilea de cuyo nombre no me quiero acordar, había una sinagoga muy bonita del siglo III. En el siglo V las autoridades cristianas bizantinas, prohibieron la construcción de sinagogas nuevas. Los habitantes de Baram para no quebrantar la ley, en lugar de construir una nueva, tomaron la sinagoga de hace dos siglos, la desarmaron piedra por piedra, la transportaron a Baram y allí la armaron de nuevo. Igual que hicieron sus vecinos judíos de Cafarnaúm y otras partes de la Galilea. O tal vez no fueran las prohibiciones bizantinas que impulsaron la mudanza, simplemente era más rápido y más barato comprar y trasladar una sinagoga ya hecha que construirla de cero. Sean cuales sean los motivos, al rearmarla se las tuvieron que ingeniar lo mejor posible, improvisando cuando no encontraban qué piedra iba exactamente dónde, por eso les quedó un poquitín chueca.
 
Obrero judío construyendo una sinagoga en el Siglo V.
 
¡Shaná tová umetuká!
¡Feliz 5773!

2 comentarios:

Goelet dijo...

Me recuerda a la prohibición de construir nuevas sinagogas en Castilla durante la Edad Media.

Adolfo E. Chavez Huaman dijo...

bn con la publicacion de este tema es un excelente elemento que encontre en internet.. Shalom para Israel...Elohim te proteja siempre..

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